Parecemos príncipes y princesas en el día de la 1ª comunión. Entonces no se regalaban MP3, ni consolas, ni móviles... Ni todas esas cosas que se regalan ahora, pero que ni por asomo llenan de felicidad lo que ese día significaba y significa en nuestras vidas. Éramos protagonistas y ante eso todo regalo se queda en un rincón o se rompe. Sin embargo ese momento permanecerá para siempre en nuestro recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario