sábado, 10 de marzo de 2007

Carta de PILAR SERNA

SANTANDER A 7 DE MARZO DE 2007
Hola a todos y a todas. Hace ya varias semanas que hemos iniciado un camino que todavía no sabemos a ciencia cierta hasta dónde nos va a llevar, pero lo que en estos momentos siento es la necesidad de compartir con todos vosotros y vosotras mi percepción del asunto. Para empezar deciros que no se si escribo esto como madre afectada, como antigua alumna del colegio Compañía de María, como miembro de la Coordinadora de afectados o como pedagoga que ejerce su profesión docente en un instituto de forma comprometida y responsable. En cualquier caso, soy todo esto y desde estos puntos de vista me voy a expresar. Considero que la noticia del cierre de mi colegio y el colegio de mis hijos fue un auténtico mazazo para todos, ya que no tuvimos noticias ni siquiera avisos de lo que se venía fraguando tras los muros del colegio, pero en estos momentos creo que todos hemos digerido ya la situación y hemos sido capaces de reaccionar y organizarnos para poder buscar soluciones, y esto es lo más importante. Tengo absoluta seguridad en que la dirección que hemos tomado en cada uno de los grupos de trabajo en que se desglosa la Coordinadora es la correcta y estoy convencida de que los resultados no se van a hacer esperar. Pero que nadie piense que esto es fruto de una fe ciega en algo etéreo que no tiene una base certera... no es así. Estoy asegurando que existen evidencias lo suficientemente contrastadas para poder seguir creyendo en que el colegio Compañía de María no va a cesar su labor educativa y podrá continuar con un proyecto compartido por toda la Comunidad Educativa que ofrezca garantías de futuro. Es necesario que TODA la Comunidad Educativa estemos unidos y coordinados para conseguir el único objetivo que nos mueve a hacer todo esto, que es que podamos tener nuestro colegio como mínimo 400 años más. Somos muy afortunados porque tanto profesores, como padres y alumn@s hemos sido capaces de transmitir a la sociedad cántabra e incluso más allá de nuestra Comunidad que el colegio Compañía de María no se va a rendir y tenemos las herramientas y los recursos necesarios para conseguirlo. Sólo voy a añadir que de mi niñez y pre-adolescencia vivida en este colegio guardo muchas cosas, pero en concreto hay un recuerdo muy poderoso que ahora veo como algo real reflejado en mi hijo y es el de la fuerza que nos da el sentirnos un grupo unido que comparte sentimientos, vivencias, etc...y esto es lo que nos está dotando de la perseverancia necesaria para lograr el éxito final. Que no decaiga este espíritu y esta resolución. Hago un llamamiento desde aquí a esta, nuestra Comunidad Educativa, para seguir cosechando logros que finalmente se materializarán en un proyecto educativo aún mejor, si cabe. Espero que mis hijos y los vuestros puedan seguir compartiendo bocata, patio, risas, bromas y alguna que otra pirueta gimnástica... y sobre todo mucho, mucho afecto por parte de los que contribuyen a que su día a día sea más agradable. Espero también, que los padres, nosotr@s, sigamos siendo una piña yconstituyamos un referente educativo para Cantabria, por protagonizar esta y otras experiencias tan enriquecedoras para nosotr@s como para nuestros hij@s. Porque la colaboración en la educación de nuestros hij@s que hemos tenido la oportunidad de practicar desde el colegio es algo único y valioso que no podemos permitirnos el lujo de perder. Sólo a través de esta unidad seremos capaces de convertir lo que parecía imposible en algo cierto y real. Por último a los profesores de mis hij@s, que antes lo fueron míos también, quiero expresarles mi admiración, respeto y apoyo, no sin altas dosis decariño y emoción. Sin vosotr@s yo no sería lo que soy, probablemente y con vosotr@s lo vamos a conseguir. Para todos vosotr@s.
PILAR SERNA MIER

martes, 6 de marzo de 2007

EL PATIO DE MI COLE

Es particular, porque ya quisieran muchos niños tener un área de recreo tan amplia como las que aquí tenemos y hemos disfrutado varias generaciones. Recuerdo que para entrar en la pista de abajo los parvulitos,que así nos llamaban, educación infantil es mucho más moderno, subíamos por las escaleras que se comunicaban con el "túnel", ¡qué suerte, ahora tienen patio propio! Allí empezamos a compartir los juegos, el bocata, las galleta María (la bollería industrial, otra modernidad). A medida que vas creciendo dentro de los muros del colegio y en el patio aprendes a valorar la amistad; recuerdo juegos como la zapatilla por detrás, que realizábamos en el patio cubierto, que junto con el patio azul eran los sitios donde nos refugíabamos cuando llovía, o donde se colocaban las mesas para las meriendas de Santa Juana y la Niña María (la cantidad de comida que podíamos comprar con las cien pts que nos solían dar en casa para éstas ocasiones). Las barracas, eventos deportivos, bailes regionales....son tantas y tantas cosas las que se han hecho en éstas pista. Saltar a la comba la que conseguía aguantar el famoso "duble" era una campeona, "al pasar la barca", "la culebrilla" y "quién no se acuerda del famoso "cocherito leré"... Eran otros tiempos, donde los niños compartíamos juegos, risas, lloros, confidencias debajo del sauce, eran tiempos donde en vez de play station había pelotas, en vez de móviles tizas para jugar a la pita, en vez de mp4 había cuentos.... El sauce fué testigo de todos esos momentos vividos en el patio, debajo de él leíamos, estudiámos, contábamos nuestras cosas; y la fuente, que para beber tenías que ponerte a distancia o sino te empapabas.
A los columpios subíamos poco por eso lo desábamos tanto, la cueva con la Virgen, rodeada de flores de éstas que llaman "mantos de la Virgen" y ortigas, que más de una, entre las que me incluyo, se ortigó por subir a lo alto de la cueva y caer encima de ellas. Recuerdo que en una excursión a una central lechera nos dieron natas y estuvimos una tarde allí arriba bate que bate intentando hacer mantequilla.
Si, eran otros tiempos, pero aunque bailásemos la peoza, jugásemos a la goma... era un patio lleno de niños, como ahora, niños que ríen, lloran, crecen como personas y que en definitiva dan vida a todo un señor edificio; que nunca se deje de oir su voz. Es hora de salir al recreo,..................el último.

Nuestras grandes deportistas

1988. Es mi último año en el cole. En el patio del colegio jugando a las palas. La profe, Mari Carmen, nos dio mucha caña. El uniforme de educación física era horrible; ese pantalón corto que se pegaba por todas partes y la camiseta azul con el escudo del colegio. Vamos, para ir a Cibeles a lucir modelo. Pero estaba bien lo de cambiarse en el cole.



¡Vaya chandal más verde esperanza que tenían nuestras chicas de Baloncesto! Hemos sido un colegio muy deportista: voleibol, baloncesto, hockey, futbito... Deportivamente hemos llevado el nombre de la Compañía de María por muchas provincias españolas. Unas veces ganamos, otras perdimos, pero siempre se volvía a casa con una sonrisa porque nos lo pasamos muy bien y en el deporte, como en la vida, también se aprende. Así que con este palmarés como equipo, ¿cómo no vamos a ganar el gran partido de nuestra historia? Premio = el colegio.

Una vez hicimos Jesucristo Superstar

Estas fotos son de la gran obra maestra del musical Jesucristo Superstar.Horas y horas de ensayo, todas nos sentimos muy orgullosas el resultado. Larepresentamos tres veces, una a los alumnos del colegio y dos a los padres.La verdad muy currada. La estuvimos preparando con Elisa que sustituyó aPilar en clase de ritmo. Se habló poco, todo era play-back. Pero bailamosmucho. A lo mejor se puede volver a intentar representarla.






domingo, 4 de marzo de 2007

Recuerdos de Margot. Liérganes y la Magadalena

Estas dos fotos son de diferentes días, pero realizamos el mismo baile de los cocineros. La más grande es en el Palacio de la Magdalena en el Día Infantil de Cantabria. Representábamos al colegio, todo un orgullo. La más pequeña es de ese año en una de las famosas fiestas de fin de curso que realizábamos en Liérganes. Íbamos en el tren o en coche y allí, toallas al suelo, a comer la tortilla de patatas y el filete empanado todos juntos. Realizábamos juegos, bailes... Nos los pasábamos pipa. En una esquina de cuclillas está Pilar con su inseparable pandero.